Cómo ser persuasivo con tu carta de presentación

Una carta de presentación debe hablar por ti antes de que tú tengas la oportunidad de hacerlo cara a cara en una entrevista. Representa la primera información que un empleador recibe sobre tu persona. Si no logras interesar, incluso impresionar, las posibilidades de que tu currículum sea leído y una entrevista llame a tu puerta se reducen drásticamente. Tú herramienta de marketing más valiosa bien merece ser tomada en serio.

Cómo comunicas es importante, pero en este caso debes llevarlo a un nivel superior: sé persuasivo. Para ello debes ser capaz de transmitir generando interés y curiosidad para que quieran conocerte mejor. Cómo lo conseguirás:

• ¡Prohibidas las cartas genéricas!. Puedes tener varios currículums diferentes que reelabores con cada posición que deseas conseguir, pero la carta de presentación deber ser completamente orientada al puesto cada vez. En un proceso de selección no hay segundas impresiones, así que no falles con la primera. Tómate tiempo y esfuerzo en elaborar una buena carta. Quien selecciona lo notará y apreciará como un punto a tu favor.
• El puesto debe ser como un traje. A través de tu carta debes ir entrelazando tus habilidades y experiencia con los requerimientos de la vacante a cubrir. Igual que cuando vas a una boda o sales al campo te vistes acorde con el momento, ponte el traje que más se adecúa a los requisitos que el empleador está buscando. Usa todas las herramientas a tu alcance: experiencia laboral, formación académica a diferentes niveles, conocimiento del sector, habilidades personales, valores, experiencia como voluntario y habilidades de liderazgo. Usa todo esto en el cuerpo de la carta y tenlo muy presente para usarlo también durante la entrevista.
• Investiga sobre la organización. Cuanto más sepas más facil te será hablar con propiedad sobre el puesto y sobre cómo tus habilidades se ajustan no sólo al trabajo en concreto, sino a la organización en general y la misión en particular. La misión es el estandarte de una organización, no la pases por alto. Estúdiala y tenla siempre muy presente tanto en la redacción de la carta, el currículum o la entrevista personal.
• Cuida el lenguaje. Como hemos mencionado en posts anteriores, se va a buscar y detectar en tu lenguaje tu conocimiento del tercer sector. No utilices palabras como empresa, ventas, beneficios, orientación a resultados, clientes. En su lugar habla de organizaciones, de progresos, de orientación a la misión, de colaboradores, de visión…
• No vale con ser bueno y resumir tu trayectoria. Tiene que quedar muy claro por qué estás interesado en el puesto y por qué vas a poder hacerlo bien. Asegúrate entonces que todo esto se puede reconocer de una forma u otra en la carta.

No hay una fórmula mágica pero sin duda la labor artesana de tomarte tu tiempo y tu esfuerzo con la redacción de una buena carta de presentación puede marcar la diferencia entre una candidatura más o alguien que se ha ganado que el que contrata siga leyendo su currículum. Merece la pena invertir un poco de tiempo en demostrar tu valor desde el principio ¿no?. ¡Entonces, manos a la obra!

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Este post forma parte de la serie “Trabajando en el Tercer Sector“. Si estás buscando oportunidades en el mundo de las ONGs te ayudamos a definir mejor lo que de verdad quieres hacer, te damos las pautas para que tu búsqueda sea exitosa y compartimos información de primera mano sobre el mundo de las organizaciones sin fines de lucro.

[Esta entrada apareció publicada en la antigua versión de Idealistas; cualquier enlace roto es resultado de haber lanzado una nueva versión de nuestra web en otoño de 2010.]

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